Lecciones para el Alma en una Feria de Artesanías

Hace poco participé en la Feria de Artesanías de Panamá en dónde encuentras arte y personas de todas partes de Panamá.  Al llegar al stand escogido, conocí a mi vecino de 5 días; el señor Juan, una persona que canalizó una valiosa enseñanza.

Juan amanecía feliz todos los días, aunque no hubiese vendido nada.  Bailaba al son de la música típica, reía, luego se sentaba a contemplar a los asistentes que llegaban a su puesto y muchos no compraban, otros sí.  En una de las conversaciones con Juan, que tendrá como unos 70 u 80 años, me dice una de esas frases que sabes que recordarás con una sonrisa siempre.  Una de esas conversaciones espontáneas que marcan el rumbo de tu vida y te ayudan a tomar decisiones.  Les comparto un fragmento de la conversación:

Juan: "Esta feria ha sido muy buena!" (Y me quedé callada para escuchar el por qué.  Creo que, al oír esto, muchos hubiesen pensando que había tenido excelentes ventas).

Juan: "En esta feria hay música, he bailado y reído todos los días.  También me han regalado comida y tengo buenos vecinos!"

Escuchar esto te hace re-ordenar tus prioridades y analizar bien para qué es lo que deseamos para nuestra vida.  Juan nunca mencionó dinero o ventas.  A Juan le faltan como 10 dientes, pero le sobran alegría y sonrisas.  Juan me recordó hacerme las preguntas: ¿para qué vivo?, ¿qué quiero para mi vida? Y las respuestas son siempre algo como: ser feliz, tener comida, amor y bailar!  Todo lo que Juan hizo durante 5 días de feria!

Recuerda siempre:

El dinero es sólo el medio, no el fin. 

El físico es el vehículo, no el motor.

Abre las puertas de tu corazón y recibirás lecciones y bendiciones.